Maestros que dejan huellas. Dr. Jacobo Caldera
MAESTROS QUE
DEJAN HUELLAS Dr. Jacobo
Caldera |
La ley natural de la vida es: nacer,
crecer, reproducirse y morir. A lo largo de nuestra vida hacemos cosas tocamos
corazones, cambiamos para bien o para mal el destino de muchas personas,
animales y cosas. El tema que hoy nos ocupa es: el maestro que deja huellas,
positivas o negativas, aquel que marca la diferencia, que deja una estela cual
estrella en el firmamento, consejero, amigo, cómplice, testigo y compañero que
durante un año escolar o más, ayudó a construir o destruir sueños, esperanzas,
talentos, metas y aspiraciones en sus estudiantes.
Primeramente, es el maestro el
encargado de ofrecer datos e informaciones: académicas, culturales,
científicas, artísticas, pero también, cumple roles de: orientador, mediador y
hasta de paño de lágrimas. Te invita a buscar, indagar si algo te hace ruido,
identificar causas y consecuencias de tus actos, encontrar la raíz del asunto,
la denominada fuente primaria, por ejemplo: las entrevistas preliminares,
estructuradas o no, a profundidad, con cuestionarios abiertos y cerrados,
detectar las pistas falsas (conchitas de mango), errores u omisiones, el
investigador bajo ningún concepto debe hacer juicios a priori.
Seguidamente, el maestro te ofrece
lecciones, académicas, familiares, profesionales y de vida, aplicando la
pedagogía del ejemplo, es congruente entre lo que piensa, dice y hace. Su
comunicación gira en torno a temas de interés: valores humanos, la veracidad,
permite el intercambio de puntos de vista, aplica el análisis crítico, respeta
la opinión del otro, no difunde mensajes sin verificar la fuente, sujeto
apegado al sentir real, con patrones agroecológicos, ecopedagógicos,
neuropsicopedagógicos, entre otros, se guía hacia el aprender haciendo.
Contrariamente, un mínimo porcentaje
de docentes, van por las aulas sembrando terror, psicoterror, violencia (verbal
y física), ponen en tela de juicio tus valores familiares, sexuales y
ridiculizan a tus compañeros de trabajo, acosan, etiquetan, en sí, marcan una
huella negativa en la vida de sus estudiantes.
En medio de todo este análisis, pasó
frente a mi casa un maestro que dejó huellas positivas en mí, se trata del
Prof. Félix Farías, me dio clases en la Escuela Básica Padre Delgado, cuando
recién comenzaba como docente por horas, un hombre de mundo, apasionado con los
temas curriculares, con enfoque en los valores humanos, aprovecha la necesidad
de conocimiento para sembrar la semilla del saber, con un poco de filosofía, un
sistema de ayuda colectiva, extraer la esencia del estudiante, sus fortalezas,
a pesar que está jubilado, intercambiamos opiniones y tome notas. Gracias
colega por ser un maestro que dejó huellas positivas en todos sus estudiantes.
Es importante destacar, en la
Escuela Básica Leonor Bernabó, ubicada en Cocorote del estado Yaracuy, donde
laboré por más de seis (6) años, cada año se seleccionan dos o más docentes
para homenajearlos en un mural institucional denominado “Maestros que dejan
huellas”, muchos nombres de personajes relevantes del ámbito educativo están
allí, incluyéndome, gracias a los organizadores por esta distinción.
El producto de una huella, positiva o negativa, es fácil de detectar, si por ejemplo vas por el centro y un estudiante, representante o colega te saluda con cariño, algo bueno dejaste en su vida, si por el contrario escuchas comentarios, murmuran, te ignoran, es hora de hacer una autoevaluación de tu desempeño profesional, no es dar contenidos es el valor agregado todo lo que puedes hacer por las personas durante el tiempo que están bajo tu cargo.
Reflexiones finales
Durante nuestras vidas hemos tenido
miles de maestros, en la familia, escuela, universidad, trabajo y en diferentes
escenarios, unos inspiradores de progreso, otros mejor ni hablar para no herir
a colegas que pasaron por las aulas de clase sin penas ni glorias.
Hoy tienes la oportunidad de hacerte
una autoevaluación en base a la interrogante: ¿qué tipo de huella dejé en mis
estudiantes? Es momento de cambiar la praxis pedagógica y mejorar todas las
estructuras rígidas existentes, transformar la cotidianidad en experiencias que
dejen huellas positivas.
Dr. Jacobo Caldera
Octubre 2021
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