ESTEREOTIPOS Dr. Jacobo Caldera
Estar a la moda y actualizados es un
tema altamente valorado entre las personas de diferentes edades, sexos, niveles
económico y profesional, niños y adolescentes moldean su hábitos de vestir,
bailar, escuchar música, decir frases y todo tipo de comportamientos de los
medios de comunicación (televisión, internet, radio, cine), redes sociales
(facebook, youtube, instagram) y los denominados grupos de amigos (afines,
vecinos, compañeros de clase). A menor edad más vulnerabilidad a estereotipos
negativos, ejemplo de ellos, hablar toñeco, copiar travesuras de personajes de
televisión, decir palabras grotescas al cantar reggaetón o simplemente hablar.
¿Qué hay de malo? Ante la
cotidianidad del uso de frases con contenidos violentos, groserías, insultos o
atropellos, incluso por parte de entes gubernamentales (políticos, policías,
militares, docentes, médicos, abogados, ingenieros, otros), se debe parar a
pensar que el respeto es deber ser, respetar los derechos humanos sobre todo de
niños, adolescentes y mujeres, debemos construir nuestra personalidad con bases
firmes, principios familiares y sociales.
Detengamos por un momento toda
actividad y reflexionemos, los estereotipos son: ejemplos, prototipos, pautas,
ideas, moldes, patrones, hormas, símbolos, códigos, temperamentos, fachas,
portes, pintas y categorías que muestran sólo el exterior con extravagancia.
Es importante resaltar nuestro yo,
lo que somos, la individualidad, tomamos aspectos de nuestra madre, padres y
familiares inicialmente desde niños, pero, al estar conscientes de nuestro desarrollo
individual como adolescentes y adultos vamos incorporando y desechando
estereotipos como experiencia de vida.
La mejor forma de incorporar
estereotipos positivos es a través del estudio, investigación, uso correcto del
lenguaje gestual, oral y escrito, manejo eficiente de datos e informaciones
relevantes, aprovechar las tecnologías de información y comunicación para
insertar en nuestro disco duro neural antecedentes, reseñas, frases célebres,
dichos, refranes, inquietudes, hallazgos, reflexiones posteriores a la lectura
de un buen libro, análisis crítico de artículos científicos, moralejas de
películas (todas tienen un mensaje), hacer prácticas las teorías aprendidas,
ejercitar la pedagogía del ejemplo, los valores humanos, la ética, mística y
moral.
A pesar de todo lo antes planteado,
a muchas personas le desagrada que lo corrijan sobre todo en público, pero la
palabra a tiempo puede salvar vidas, aconseja sobre la base de la comprensión
del problema o situación, no se debe aconsejar a nadie sobre la base de tu
propia experiencia, escucha primero el planteamiento. Los estereotipos
radicales se hacen sentir, el uso de accesorios como zarcillos, pulseras,
collares, descote, tatuajes, pirces, posturas, formas de caminar y hablar.
Igualmente, podemos a simple vista
prejuzgar a un adolescente como delincuente por sus fachas y formas de hablar,
caminar y comportamientos negativos violentos, a lo mejor es un cobarde
disfrazado, inseguro, llorón, que como mecanismo de defensa adoptó esta
personalidad y le dio resultado, tal vez en el pasado fue abusado verbalmente,
acosado en la escuela, hasta violado.
Los docentes y la sociedad en
general, tienen un estereotipo del buen ciudadano, un individuo respetuoso,
educado, responsable, atento, amable, cortes, dispuesto siempre a colaborar,
contribuir y hacer las cosas bien, trabajador, estudiante y emprendedor, en sí,
un ejemplo a seguir. Siempre lo refuerzan y lo colocan como ejemplo para otros
estudiantes. Sus resultados y evaluaciones siempre son altas, incluso lo felicitan,
reconocen y apoyan para alcanzar metas con mayor dificultad.
También, a muchos padres, incluyéndome, nos gustaría que nuestros hijos nos copiaran en cuanto a profesiones y oficios (profesor, músico, cantante, profesional universitario), pero, ellos deciden su futuro, su carrera y dedicación, debemos respetar su inclinación profesional, apoyar en todo momento para lograr su meta, que es de todos. El negocio familiar debería quedar en familia, no es el deber ser, nuevamente ellos deciden sobre su futuro.
Reflexión final, todos en algún
momento de nuestras vidas hemos imitado estereotipos positivos y negativos,
reaccionamos con comportamientos aprendidos durante toda nuestra existencia,
los entornos de aprendizaje no son simplemente los escolares, la familia y la
sociedad nos marcan con una huella, las profesiones y trabajos relacionados
también agregan condimentos a nuestra identidad, somos únicos e irrepetibles,
decidimos: qué, como, cuando, donde, con quien, por qué y para qué hacemos las
cosas. Asume el reto de ser cada día mejor, marca la diferencia en tu familia,
escuela y comunidad. Aprende y difunde lo bueno, lo justo, la calidad, la
emoción y satisfacción del trabajo bien realizado.
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